Datos de Avutarda
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  CUIDADOS DEL AVUTARDA
Alimentación La avutarda es omnívora y su dieta varía con las estaciones del año. En agosto, en el noroeste de España, el 48,4% de la dieta de los adultos se compone de materia vegetal verde, el 40,9% de invertebrados y el 10,6% de semillas. En la misma población, durante el invierno, las semillas y la materia vegetal verde conforman casi la totalidad de su dieta. Al parecer la alfalfa es el alimento preferido de las avutardas en España. Otras plantas por las que presentan predilección son las legumbres, las crucíferas, el diente de león, las uvas y los granos de trigo y cebada. Entre sus presas animales, destacan los insectos, que son el principal alimento de las jóvenes avutardas durante su primer verano, aunque cambian a la dieta herbívora estacional de los adultos en invierno. Los coleópteros (como los escarabajos), los himenópteros (como abejas, avispas y hormigas) y los ortópteros (como grillos, saltamontes y langostas) son los insectos más consumidos, dependiendo principalmente de la abundancia y disponibilidad de cada uno de ellos. También pueden consumir pequeños vertebrados, como pequeños roedores, ranas, lagartijas y polluelos de otras aves, como su suplemento cuando surge la oportunidad. Un estudio de 2014 publicado en PLOS ONE indica que la avutarda común puede consumir escarabajos meloidos del género Meloe para automedicarse (zoofarmacognosia) e incrementar la libido de los machos. Reproducción Las avutardas crían a partir de marzo. El tipo de reproducción se basa en leks poligínicos dispersos, que son áreas donde los machos agrupan a las hembras y exhiben su cortejo para aparearse. Este cortejo se denomina «rueda» y en España tiene su momento cumbre desde mediados de marzo a principios de abril. Antes de la época de cría, los machos mudan su plumaje para adquirir su plumaje reproductor alrededor de enero. Los machos establecen su dominancia en sus grupos durante el invierno, enfrentándose violentamente con embestidas y picotazos entre ellos. Como el resto de las avutardas, los machos de avutarda común hacen exhibiciones y compiten por la atención de las hembras en el lek. Un macho dominante puede aparearse con varias hembras. En esta especie la exhibición es muy llamativa y empieza con un pavoneo de los machos mientras hinchan sus gargantas hasta el tamaño de un balón de fútbol. Entonces se inclinan hacia delante ocultando su cabeza echándola hacia atrás con la barbilla apuntando hacia arriba. A continuación alzan su cola hasta pegarla a la espalda mientras giran las alas exponiendo el plumaje blanco de la parte inferior, que generalmente está oculto, con las plumas de vuelo plegadas, pero las secundarias blancas erizadas. En esta posición los machos pueden caminar durante varios minutos con la cabeza oculta y sus plumas ahuecadas, mostrando una figura que puede describirse como una bola blanca con patas. Una vez que la hembra se ha apareado, se dedica en solitario a las tareas de la crianza. La época de nidificación va de abril a junio y la puesta suele ser de dos a tres huevos de color oliváceo brillante, ligeramente moteados de pardo-oscuro. Los huevos pesan unos 150 g y miden de media unos 79,4 mm de alto y 56,8 mm de ancho. La avutarda no construye nido, únicamente excava superficialmente en el suelo, donde deposita los huevos. Anida en zonas llanas o laderas ligeras, situadas generalmente cerca del emplazamiento del lek principal. Los nidos se sitúan en agrupaciones espaciadas que, según un estudio realizado en Mongolia interior, se encuentran a una distancia mínima de 9 metros entre ellos. En el mismo estudio se indicaba que los nidos se situaban a media altura de las colinas, en elevaciones de entre 190 y 230 m de altitud. Los emplazamientos de los nidos generalmente se sitúan entre la hierba densa de entre 15 y 35 cm de alto, probablemente para protegerlos de los depredadores y el exceso de sol.​ La hembra incuba sola durante 21-28 días. Los pollos recién nacidos son nidífugos, es decir, son capaces de andar y abandonan en nido en compañía de su madre, a la que acompañarán durante varios meses. Los machos jóvenes se independizan antes, pero las hembras jóvenes permanecen con las madres hasta la siguiente temporada de cría. Las jóvenes avutardas adquieren su plumaje adulto a los dos meses, al tiempo que empiezan a volar, y a los 3 meses ya vuelan distancias razonables. Antes del plumaje definitivo los polluelos están recubiertos de un plumón de color sepia con veteado claro que les camufla entre la hierba seca mientras permanecen inmóviles. Los machos alcanzan la madurez reproductiva a los 5 y 6 años, aunque algunos empiezan antes con su comportamiento de cortejo. En cambio las hembras empiezan a reproducirse entre los 2 y 3 años. Todas las avutardas reproductoras vuelven a mudar su plumaje de nuevo entre junio y septiembre. Estado de conservación Se trata de una especie calificada como especie vulnerable según criterios UICN, debido al declive que han sufrido la mayoría de sus poblaciones por la pérdida y fragmentación de su hábitat. Los factores principales que han determinado esta reducción han sido la intensificación agrícola, la extensión de los cultivos de regadío, la construcción de infraestructuras (carreteras, líneas eléctricas, urbanizaciones), la caza y el uso de pesticidas. En el pasado su área de distribución fue mucho mayor, ya que se ha extinguido en la mayor parte de Europa durante los siglos XIX y XX (por ejemplo en las Islas británicas en 1832 y en Rumanía en 1967). A pesar de la prohibición de su caza desde 1980,​ en España la avutarda se encuentra amenazada por la degradación y reducción de su hábitat natural debido a roturaciones de zonas esteparias, conversión a regadío de los secanos, concentración parcelaria, desaparición de linderos, barbechos y rastrojos, desaparición de mosaicos de cereal, olivar, viñedo y almendral, así como al aumento de la presencia humana, vallado de fincas, tendidos eléctricos,​ uso de plaguicidas, furtivismo, etc. Otras amenazas para su hábitat son la proliferación de infraestructuras o las molestias derivadas de actividades de ocio (caza o vehículos todo-terreno).
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